JUZGADOS 1ª INSTANCIA GRANOLLERS - 27 DE MARZO DE 2007 - SENTENCIA OTORGANDO CUSTODIA COMPARTIDA

En junio de 2005, después de 6 años como pareja de hecho decidimos dar por finalizada nuestra relación. En aquel momento nuestra hija tenía un año y ocho meses; tanto su madre como yo consideramos que la mejor solución para los tres, era compartir la custodia.

Mediante un contrato privado, firmamos un acuerdo de custodia compartida disfrutando de la compañía de nuestra hija una semana cada uno desde la salida del colegio del lunes hasta el siguiente lunes a la entrada del colegio.

Durante año y medio así lo hicimos, durante este tiempo por determinados motivos (trabajo, vacaciones y situaciones puntuales) fuimos adaptando los periodos que pasaba con cada uno. En mi caso en particular tuve ocasión de mejorar profesionalmente y adquirir un negocio de hostelería, en ese momento y según mis cálculos necesitaba entre 7 y 10 meses para reorganizar el negocio, el personal y sobretodo mi horario profesional por lo que acordamos que nuestra hija estaría conmigo de de lunes a la salida del colegio hasta el viernes a la entrada del colegio y el resto con su madre.

Un día mi expareja me pidió que firmase un acuerdo concediéndole la custodia de nuestra hija, con un amplio régimen de visitas, pero yo no lo acepte al no considerarlo justo para ninguno de los tres, finalmente interpuso una demanda solicitando la custodia de nuestra hija.

El 16 de octubre de 2006, se celebro el juicio de medidas provisionales, donde se dicto sentencia de medidas provisionales, otorgándole la custodia a la madre.

Mi abogado solicito una pericial psicológica al SATAF (Servei d’Assessorament Técnic en l’Ambit de la Familia) donde dictaminasen la capacidad de ambos progenitores para asumir la guardia y custodia de nuestra hija y de la idoneidad de que fuese compartida, como prueba anticipada para el día del juicio. De este informe se desprende que las condiciones actuales son idóneas para mantener una custodia compartida.

El 19 de marzo de 2007, se celebro el juicio, donde se quería demostrar que por mi trabajo yo no disponía de fines de semana para poder atender a mi hija y que mis ingresos eran más elevados que los de la madre. Por el contrario yo tuve que demostrar que he organizado mi horario profesional en base a los periodos que disfruto de la compañía de mi hija y que mis ingresos son muy variables en función de la estacionalidad. En definitiva ambos progenitores tenemos aproximadamente los mismos ingresos.

Con fecha 11 de abril de 2007, mi abogado me ha entregado la sentencia medidas definitivas donde se nos otorga la custodia compartida.

Ha sido un periodo de mi vida difícil, emocionalmente agotador, que parecía no tener fin; pero la actitud ha sido una parte muy importante para superar todos los obstáculos y sumado al apoyo de la familia, los amigos, los compañeros de trabajo, mi abogado y sobretodo de mi hija, quienes me han dado las fuerzas necesarias en todo momento para seguir adelante.

Toda esta experiencia me hace reflexionar sobre la cantidad de familias que están o estarán en esta misma situación y no han tenido o tendrán la misma suerte que yo, en encontrar abogados, psicólogos y jueces que realmente hacen su trabajo con autentica profesionalidad y humanidad, sino que topan con todos esos profesionales que simplemente van a cubrir el expediente, sin darse cuenta de que tratan con seres humanos a los cuales les ocasionan verdaderos daños emocionales. Por este motivo pido a los familiares, abogados, jueces, políticos, psicólogos, etc, que reflexionen sobre la importancia de todo esto.

Por otro lado quiero agradecer a:

La Juez - Mª Rosa, por su profesionalidad, por escuchar todo lo expuesto por ambas partes y haber tratado nuestro caso de forma particular y a la medida de nuestra situación familiar. Por su humanidad e imparcialidad, creo y siento que la sentencia es lo más justo para todos, dado que como padres cumplimos los requisitos para mantener una custodia compartida.

A mi abogado – Jordi, por la profesionalidad, su ética, por la entrega y dedicación como sí de su familia se tratase. Por sus consejos, su apoyo y ánimo cuando me brotaban las lágrimas en los momentos más difíciles, pero sobretodo por su calor humano.

A Maite Sullà, y todo el equipo del SATAF, por su objetividad, imparcialidad y profesionalidad demostradas. Por analizar las particularidades de cada familia de forma individualizada; sin su trabajo hubiese sido muy difícil obtener la custodia compartida.

A todos los testigos, por su veracidad, cariño, ánimo y apoyo.

A mi hermano - Ernesto, por su dedicación, su comprensión, su paciencia, sus consejos y por todas las enseñanzas actuales, pasadas y futuras. Por estar ahí, durante estos 34 años.

A mi querido amigo - Augusto, por todos estos años obsequiándome con tu gran amistad, por tus palabras que siempre llegan en el momento justo y oportuno, por tu ayuda y apoyo.

A Noemí, que nos conocimos en el 1992 y aun habiendo pasado largos periodos sin vernos, siempre ha estado ahí. Por su gran amistad, sus consejos y sobretodo por su gran ayuda en uno de los momentos de mayor necesidad.

A Marlen y Elena, mis queridas compañeras de trabajo, por estar a mi lado cada día, por todo lo que me han enseñado, apoyado y por su cariño y amistad.

A ti Mama, por tu dedicación, sufrimiento, preocupación, cariño, ayuda desproporcionada e inagotable.

A ti Papa, que aunque no pudimos disfrutar mucho tiempo juntos, se que estas a mi lado guiándome e inspirándome.

A mi hija Nicole, por haber nacido, por aceptarme, por enseñarme cada dia nuevas sensaciones y emociones. Por aprender juntos a ser padre e hija.

A mis amigos, Paco y Ana, Rita, Maria, Isabel, Rosa, Mary, Francesc, Joan, Marta, Ana, Mari Carmen, Ferran y Pili, Cristina, Newton; a toda mi familia, Patricia, Javi, Jorge, Isabel, Jose Luis, Jose, Eugenia, Milagros, Angel y Sara, Jose Angel y Cheli, por vuestra amistad, por vuestro calor, ayuda, apoyo, cariño y aprecio que cada día me demostráis.

Para acabar y porque seguramente me olvido de alguien, quiero enviar mi más sincero agradecimiento y cariño a todas las personas que han pasado y tocado mi vida aunque solo haya sido por breve tiempo; porque tengo la certeza de que algo he aprendido de todos ellos.

Un abrazo para todos.