VOTO EN BLANCO

martes, 4 de marzo de 2008

VOTO EN BLANCO

Para votar en blanco hay que introducir el sobre vacio en la urna. El Voto en Blanco no es un fin en sí mismo, sino la única opción honrada cuando no existen partidos políticos o líderes que sean merecedores del voto de los ciudadanos libres en una democracia.

Si usted cree que un partido concreto merece su voto, debe entregárselo y, después, exigirle que cumpla lo prometido. Sólo si no encuentra en quien depositar su condianza ciudadana, debe votar en blanco.

El voto en blanco es un voto de censura, la única manera de censurar a los políticos en una democracia auténtica, la forma más elocuente de hacerles saber que el ciudadano es el que manda y el que paga sus sueldos, la mejor forma de exigir la regeneración de un sistema que se pudre cada día más, maltratado por unos partidos políticos cada día más poderosos y por un poder gubernamental que ha roto todos los controles y cautelas que las democracia había creado para limitar su poder y para crear un equilibrio social y político entre las esferas pública y privada.

Nunca te sientas inferior o marginado por votar en Blanco. Ningún otro voto es tan democrático, desinteresado y responsable.

Es evidente que el voto en blanco está devaluado y penalizado por los políticos, pero lo penalizan porque es el que más temen. El Voto en Blanco es democrático y representa el rechazo a todas las opciones políticas, aunque no al sistema democrático, en el que sigue creyendo. Es el voto más adecuado cuando los partidos son corruptos o cuando sus programas no son atractivos, o cuando incumplen esos programas, o cuando han acumulado más poder del lícito, o cuando han pervertido el sistema.

Cuando uno vota en blanco no importa tanto el destino del voto como la intención a la hora de votar. Ese voto es un honesto y valiente rechazo a la mediocridad y a la corrupción. En España, la deficiente democracia que nos gobierna no otroga representación al voto en blanco, cuando, en justicia, debería traducirse en escaños vacíos en los parlamentos, en señal de repulsa a los demás partidos y a las deficiencias del sistema.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que los que defendemos el voto en blanco no lo hacemos por sistema, sino porque consideramos que el panorama político está tan mal que ningún partido merece nuestro voto. El voto en blanco no es defendible como una opción permanente, sino como el más noble recurso mientras que la democracia esté degradada o secuestrada, como es el caso de España.

Lo importante es asumir que mientras sigamos castigando a un partido que malgobierna votando al partido contrario, lo que conseguimos es alimentar el sistema y evitar la crisis. Yo, personalmente, seguiré votando en blanco mientras existan listas cerradas y bloqueadas o mientras los partidos monopolicen la política, tras haber aniquilado la sociedad civil y expulsado a los ciudadanos.

Mientras el sistema siga deteriorándose la democracia sea prostituida por estos partidos que lo ocupan todo, como si fueran bandas de termitas, sin respeto a la separación de poderes, a la sociedad civil, a los ciudadanos y a las leyes, el voto en blanco es la opción más honrada, democrática y regeneradora.

Espero que la reflexión nos sirva a la hora de emitir hoy nuestro voto.

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