LOS NIÑOS

lunes, 4 de junio de 2007

Los niños vienen en tamaños peso y colores surtidos.

Se los puede encontrar donde se quiera, arriba, encima, debajo, dentro, trepando, colgando, corriendo, saltando.

Las madres les adoran, los hermanos mayores les toleran, los adultos les desconocen y ellos se protegen.

Un niño es la verdad con la cara sucia, la sabiduría con el pelo despeinado, la esperanza en el futuro y con una rana en el bolsillo.

Un niño tiene el hambre de un caballo, la digestión de un tragaespadas, la energía de una bomba atómica, la curiosidad de un gato, los pulmones de un dictador, la imaginación de Julio Verne, la timidez de un colibrí, la audacia de una trampa de acero, el entusiasmo de un triquitraque y cuando hace algo, tiene cinco pulgares en cada mano.

Le gustan los dulces, las navajas, las sierras, los palos, las piedras, la arena, la Navidad, los libros con dibujos, el hijo de los vecinos, el campo, el agua, los animales grandes, su papá, su mama, los trenes, los muñecos y los domingos por la mañana.

No le gustan las visitas, la doctrina, el colegio, los libros sin dibujos, los peluqueros, los abrigos, lavarse la cabeza, los adultos y la hora de irse a dormir.

Nadie más se levanta tan temprano, ni se sienta a comer tan tarde.

Nadie más puede meterse en el bolsillo una fruta mordida, medio metro de cordel, dos caramelos, una moneda, una piedra, una flor, un insecto, un trozo de una sustancia desconocida y un autentico anillo supersónico en clave con un compartimiento secreto.

Un niño es una criatura mágica. Podréis cerrarle la puerta de la habitación donde se guardan las herramientas, pero no podréis cerrarle la puerta de vuestros corazones. Podréis echarle fuera de un despacho, pero no seréis capaces de cerrarle la puerta de vuestra mente.

Todo el poder se rinde frente a él. Él es el guardián de la cárcel, el jefe, el dueño... Pero cuando vosotros volvéis a casa con las esperanzas y las ilusiones hechas añicos, él puede resolverlo todo con dos palabras mágicas:

¡HOLA PAPAITOS!

Alan Beck.

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