Lo que diferencia la perspectiva de muchos ciudadanos sobre el convulso momento actual y sobre la historia en general, del punto de vista de otros es la certeza para algunos, y la incredulidad para otros, de que los sucesos de la historia (y de la actualidad, por supuesto) están generados, impulsados, promovidos y llevados a cabo con una AGENDA determinada, llevada a cabo por un GRUPO de individuos determinado.
Sin embargo, no es difícil convencer casi a cualquier ciudadano de a pie de que todo lo que está ocurriendo con el actual colapso económico y financiero mundial, tan alejado de los “brotes verdes” como lo está la Tierra de Plutón, la campaña, más que sospechosa, que promueve la vacunación contra la “gripe porcina”, los movimientos políticos, tales como el G-20, o las estelas imborrables que aparecen en el cielo tras el paso de aviones, o “chemtrails”, huelen a podrido desde Suecia.
Creo que sobre este particular encontraremos un consenso en la calle cercano al 90% (siguiendo una encuesta particular que realizo con mis propios métodos estadísticos, tan fiables como los del INE).
El motivo de discusión o de discrepancia, más bien, gira en torno a la existencia de una “agenda”, “un grupo” o “un plan” para llevar a cabo estos objetivos desde tiempo atrás, con una meticulosidad y programación difíciles de creer. Vamos, hablando en plata, que a mucha gente le resulta difícil de creer que haya otros detrás del telón preparando “las funciones” o manejando los hilos de todo lo que ocurre.
Puedes encontrarte en todos los lados a gente inteligente y más o menos “despierta” que te habla de “tendencias históricas”, “efectos pendulares” de la economía o de la historia, “situaciones que se escapan al control “de los líderes y de las masas, etc. etc. pretendiendo explicar así los eventos caóticos, las debacles económicas, las revoluciones, los cambios de gobierno inesperados y, por supuesto, también momentos como los que estamos viviendo en la actualidad.
El mayor peligro, creo yo, es que caigamos en la tentación de pensar que todo esto es demasiado “de película” sin recordar que Hollywood ha sido el gran aliado de la misma Agenda mencionada arriba desde su mismo establecimiento como el potente generador de “sueños” de América que fue y que aun es. De manera que es “de película” porque quienes controlaron y controlan Hollywood y la industria cinematográfica mundial tienen mucho que ver con los que dirigen los hilos detrás del telón.
Por otro lado, la filosofía marxista nos metió hasta lo más profundo de los huesos la idea de “las luchas de clases”, las “contradicciones” entre ellas y lo de que la fórmula clásica marxista de “tesis-antítesis-síntesis” lo explicaba todo, equiparando, más o menos, lo que ocurre en la historia de los humanos a lo que sucede dentro de una probeta de sustancias químicas donde los elementos se mezclan de forma “casual” formando compuestos y reacciones.
Así, se han acostumbrado muchos a mirar a la historia y así, por desgracia, nos la han trasladado a los que intentábamos entenderla.
El ejemplo de la probeta, y no porque sea mío, es bastante esclarecedor, la verdad, porque si atendemos al mismo, y MIRAMOS FUERA DE LA PROBETA, veremos a un científico loco, o a un grupo de ellos, introduciendo en ella distintos productos, previamente analizados: fermentos, disolventes, ácidos, bases, gases…o tal vez, extraerá el oxígeno o decidirá aumentar la temperatura en el interior. Lo que necesite en cada momento para SU experimento.
En resumen, no existe probeta sin experimentador.
Seguir leyendo...
Sin embargo, no es difícil convencer casi a cualquier ciudadano de a pie de que todo lo que está ocurriendo con el actual colapso económico y financiero mundial, tan alejado de los “brotes verdes” como lo está la Tierra de Plutón, la campaña, más que sospechosa, que promueve la vacunación contra la “gripe porcina”, los movimientos políticos, tales como el G-20, o las estelas imborrables que aparecen en el cielo tras el paso de aviones, o “chemtrails”, huelen a podrido desde Suecia.
Creo que sobre este particular encontraremos un consenso en la calle cercano al 90% (siguiendo una encuesta particular que realizo con mis propios métodos estadísticos, tan fiables como los del INE).
El motivo de discusión o de discrepancia, más bien, gira en torno a la existencia de una “agenda”, “un grupo” o “un plan” para llevar a cabo estos objetivos desde tiempo atrás, con una meticulosidad y programación difíciles de creer. Vamos, hablando en plata, que a mucha gente le resulta difícil de creer que haya otros detrás del telón preparando “las funciones” o manejando los hilos de todo lo que ocurre.
Puedes encontrarte en todos los lados a gente inteligente y más o menos “despierta” que te habla de “tendencias históricas”, “efectos pendulares” de la economía o de la historia, “situaciones que se escapan al control “de los líderes y de las masas, etc. etc. pretendiendo explicar así los eventos caóticos, las debacles económicas, las revoluciones, los cambios de gobierno inesperados y, por supuesto, también momentos como los que estamos viviendo en la actualidad.
El mayor peligro, creo yo, es que caigamos en la tentación de pensar que todo esto es demasiado “de película” sin recordar que Hollywood ha sido el gran aliado de la misma Agenda mencionada arriba desde su mismo establecimiento como el potente generador de “sueños” de América que fue y que aun es. De manera que es “de película” porque quienes controlaron y controlan Hollywood y la industria cinematográfica mundial tienen mucho que ver con los que dirigen los hilos detrás del telón.
Por otro lado, la filosofía marxista nos metió hasta lo más profundo de los huesos la idea de “las luchas de clases”, las “contradicciones” entre ellas y lo de que la fórmula clásica marxista de “tesis-antítesis-síntesis” lo explicaba todo, equiparando, más o menos, lo que ocurre en la historia de los humanos a lo que sucede dentro de una probeta de sustancias químicas donde los elementos se mezclan de forma “casual” formando compuestos y reacciones.
Así, se han acostumbrado muchos a mirar a la historia y así, por desgracia, nos la han trasladado a los que intentábamos entenderla.
El ejemplo de la probeta, y no porque sea mío, es bastante esclarecedor, la verdad, porque si atendemos al mismo, y MIRAMOS FUERA DE LA PROBETA, veremos a un científico loco, o a un grupo de ellos, introduciendo en ella distintos productos, previamente analizados: fermentos, disolventes, ácidos, bases, gases…o tal vez, extraerá el oxígeno o decidirá aumentar la temperatura en el interior. Lo que necesite en cada momento para SU experimento.
En resumen, no existe probeta sin experimentador.
Seguir leyendo...
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario