Un día, en una tierra cualquiera de un mundo cualquiera, unos turistas querían ir de viaje:
Pero entre ellos no se entendían, y tampoco conocían cual era el mejor lugar para viajar, así que decidieron buscar un profesional sobre viajes para encargarse de decidir el mejor sitio para todos, pero algunos listos lo evitaron ayudando a varios turistas para llegar a liderar en el grupo como si fueran profesionales, salieron 4 posibles lideres:
Cada uno tenía una visión diferente, en realidad la visión dependía de los intereses de las personas que le pagaban la campaña publicitaria para hacerse conocer, pero ninguno de los líderes escuchaba lo que querían los turistas.Así que cada líder propuso un destino diferente:
Cada líder con gran firmeza defendía su viaje porque decían que era bueno para todos y a la vez criticaban a los demás líderes sin debatir cual era la mejor opción para todos. Habían más líderes que proponían otros viajes pero no tenían personas que les pagaran la campaña publicitaria… aunque nunca aparecía ninguno que defendiera un viaje bueno para todos.
Los turistas se dividieron, algunos prohibían hablar de Madrid, otros rompían los carteles de Barcelona, y de repente el grupo de turistas que en sus inicios se juntaron para buscar un profesional que les explicara e hiciera entender que viaje era el mejor y más justo para todos, se transformaron en turistas que no eran capaces ni de abrazarse.
Decidieron seguir a los líderes en vez de escucharse, así aparecieron las elecciones: tenían que votar una de las opciones que planteaban los líderes, sólo una ganaría, eso quería decir que una parte de los turistas estarían contentos y los demás enfadados e inconformes durante 4 años hasta que se pudiera volver a votar.¡Los turistas votaron! eran 100 turistas, todos votaron:
El problema es que nadie iría ni a Madrid, ni a París, ni a Milán, como se habían juntado forzosamente, para cumplir con sus intereses y no por el bien de los turistas, tuvieron que buscar una solución…Pasó la noche,y al salir el sol decidieron que tenían que ir a Andorra porque estaba entre Madrid París y Milán, los turistas se desorientaron y ya no entendían nada, decepcionados decidieron que en este viaje su voz no tiene importancia y que un mundo justo no existe. Nunca más se quejaron dejando que los líderes hicieran y decidieran lo que quisieran.Eso sí, todos juntitos, sin entenderse, se fueron para Andorra.
“Las generaciones venideras no juzgarán con dureza a las malos lideres, sino que condenarán el silencio de los turistas”
EXTRAIDO: blog Joan Planas
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