GREENPEACE
Únete a la Revolución Renovable.
Greenpeace te propone algo sencillo en el día del Medio Ambiente.
¿Has pensado alguna vez por qué se calienta tanto una bombilla? Las bombillas incandescentes derrochan mucha energía, el 90% de la electricidad que utilizan la transforman en calor. Por eso son tan ineficientes.
El primer diseño de la bombilla incandescente apareció hace más de un siglo y todavía se utilizan en la mayoría de los hogares del mundo. Sin embargo, hace treinta años que existe en el mercado otra opción, la bombilla de bajo consumo. Estas bombillas gastan un 80% menos de energía y duran hasta 12 veces más, además ahorran dinero en la factura eléctrica.
Seguro que piensas que cambiar una bombilla es un gesto demasiado pequeño para combatir un problema tan grande, pero sabías que:
Cada vez que utilizas una bombilla de bajo consumo estás ahorrando la emisión de 20 kg de CO2 a la atmósfera al año. La sustitución de las bombillas incandescentes en la Unión Europea ahorraría al menos, 20 millones de toneladas de CO2 al año, lo que equivaldría a cerrar 25 centrales que utilizan energía sucia.
Únete a la Revolución Renovable. Te proponemos los siguientes pasos,
1- Sustituye en tu casa todas las bombillas incandescentes por bombillas de bajo consumo.
2- Anima a tus amigos, compañeros, vecinos, etc a que lo hagan también.
3- Ciberactúa, pide a los parlamentarios europeos que prohíban las bombillas incandescentes.
4- Empieza por cambiar las pequeñas cosas.
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¿Has pensado alguna vez por qué se calienta tanto una bombilla? Las bombillas incandescentes derrochan mucha energía, el 90% de la electricidad que utilizan la transforman en calor. Por eso son tan ineficientes.
El primer diseño de la bombilla incandescente apareció hace más de un siglo y todavía se utilizan en la mayoría de los hogares del mundo. Sin embargo, hace treinta años que existe en el mercado otra opción, la bombilla de bajo consumo. Estas bombillas gastan un 80% menos de energía y duran hasta 12 veces más, además ahorran dinero en la factura eléctrica.
Seguro que piensas que cambiar una bombilla es un gesto demasiado pequeño para combatir un problema tan grande, pero sabías que:
Cada vez que utilizas una bombilla de bajo consumo estás ahorrando la emisión de 20 kg de CO2 a la atmósfera al año. La sustitución de las bombillas incandescentes en la Unión Europea ahorraría al menos, 20 millones de toneladas de CO2 al año, lo que equivaldría a cerrar 25 centrales que utilizan energía sucia.
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